miércoles, 7 de agosto de 2024

HISTORIA DE VIDA-13-"El sueño vívido: sé que existe la sanación"

Hola!!!

Sigo contando los acontecimientos que me marcaron. En noviembre de 1995 yo ya tenía 27 años. Pensé en que, aunque cedieran mis dolores crónicos, había perdido mucho tiempo, y, ya no iba a poder bailar profesionalmente. Fue muy duro poder aceptar esto. En realidad, no sé si en algún momento de mi vida lo acepté. No sé si hoy puedo decir que lo acepté. Creo que nunca pude aceptarlo.

En medio de la tristeza, decidí inscribirme en el profesorado de Castellano, Literatura y Latín en el IES Nro 1 "Dra. Alicia Moreau de Justo". Fui al edificio en donde se cursaba hasta poco tiempo atrás y me indicaron dónde quedaba el nuevo edificio. Crucé la calle e ingresé. Todavía recuerdo el vestido que llevaba puesto. Largo, con florcitas chiquitas de tonalidades ocre, propio de los 90. Me dijo la bedel que era como la universidad, que podía cursar la cantidad de materias que pudiera o quisiera. Eso me tranquilizó, pensando en mi bajo nivel de energía. Me inscribí en el turno mañana, ya que a la noche, la fatiga se hacía muy intensa y creí que iba a ser desfavorable. Pocos días después, se lo comenté a una amiga, y, ella también se inscribió.

Un caluroso día de enero de 1996 el dolor se volvió intolerable. Tuve una crisis de llanto, un desborde emocional, porque, una vez más, mis sueños se partían en miles de pedazos. Huguito me abrazó y me dijo que me iba a apoyar en todo. Que lo intentara, y, si veía que no podía, que lo dejara.Que él iba a protegerme.

En marzo comenzaba el curso de nivelación. Aún los inscriptos en el turno mañana debíamos cursar a la noche por dos semanas. El que no podía, no era obligado. Pero era conveniente hacerlo.

Una noche, a pocos días de comenzar el curso de nivelación, me fui a dormir como cualquier otra noche. A pesar del dolor crónico, no sufría de insomnio y mi sueño era muy profundo. Pero, esa noche en particular, me pasó algo que marcó mi vida: algo trascendental. Yo entraba a un espacio, no sé si era claro u oscuro. En el medio había una estatua de Jesús de Nazareth. Del lado derecho, un sacerdote católico. Del lado izquierdo, una religiosa católica. En determinado momento, el sacerdote toca la estatua y esta cobra vida. Yo estaba inmóvil, presenciando lo que iba sucediendo. Entonces, Jesús de Nazareth, me miró fijamente, y, estiró sus brazos, mostrándome claramente sus estigmas. Alguien me dijo hace poco tiempo cuando le conté este singular sueño vívido: "Se identificó".

Me desperté muy impactada. Nunca había tenido un sueño tan vívido. Ni lo tuve después. Huguito ya se había ido a su trabajo. Cuando regresó lo charlamos. Como recordarán, yo había practicado budismo hasta pocos meses antes. El budismo es una religión no teísta. Y, además, no fui educada en el cristianismo por parte de mi familia. Por eso me resultó, sinceramente, muy extraño.

Tres días después comenzaba el curso de nivelación. Me desperté sin ningún tipo de dolor. A veces, dos o tres días al año, sucedía algo así. Me sentí muy afortunada. Iba a tener un comienzo de curso sin dolor. Y, así fue. Disfruté mucho de la cursada de ese día con mi amiga. 

Pero, tampoco tuve dolor al día siguiente. Ni al otro. Ni al otro... La remisión espontánea (o milagro, como cada uno prefiera) duró un año completo. Un año en el que volví a ser una persona normal, libre de la terrible mochila del dolor. Libre del sufrimiento permanente. Al principio me costó adaptarme. Me resultaba increíble ir todos los días al profesorado, cursar, estudiar, recorrer librerías, ir a bibliotecas, compartir cafés con mis compañeros, y, sobre todo, llevar una vida apacible con Huguito. Cerca de fin de año me atropelló un auto y tuve que superar ese desafío también; pero lo hice: Huguito invirtió sus recursos en transporte privado para que no me atrasara en el profesorado. Terminé el año con las mejores notas de mi curso.

Entre el sueño vívido y la remisión espontánea puede haber causalidad. Pero, no puedo estar segura. De lo que sí estoy segura es de la correlación. Yo había practicado budismo por muchos años, como ya dije. No era una persona cristiana, influida por la figura religiosa de Jesús de Nazareth. Me resulta muy significativo el hecho de que me mostrara sus estigmas, símbolos de sufrimiento y redención. Pero, para mí fue un hecho milagroso poder "descansar" del dolor físico por un año entero, después de cuatro años de dolor intenso y agobiante.

Quienes me conocen saben que siempre practiqué la espiritualidad, pero no soy una persona religiosa. Más allá del significado simbólico, quiero aclarar que, fue un sueño vívido, no una visión ni una alucinación. Y, también quiero compartirles que el impacto fue tan profundo, que, aún hoy, recuerdo las emociones que experimenté al despertar esa mañana. 

Debido a esta singular experiencia, siempre supe, años después, que mi cuerpo tenía la capacidad de restaurarse. Que existe la posibilidad de vivir sin síntomas. Remisión, por  procesos neurobiológicos internos, o, milagro, por intervención divina, pero puedo vivir sin dolor. Es mi experiencia personal.

Me gustaría conocer sus opiniones. Déjenmelas en los comentarios. Y, quienes se sientan incómodos hablando de este tema, pueden comunicarse a mi WhatsApp o al mail que se encuentra en la barra lateral derecha del blog (modo PC). 

Gracias por leerme.



Vivir sin dolor


6 comentarios:

  1. Fue una gran experiencia la del sueño con Jesús. Yo soy creyente y nunca tuve la bendición de soñar con él.
    Fue una clara señal de tu PS y te permitió cursar ese año sin dolor para demostrarte que él está siempre presente y va a estar toda la vida ahí. te quiero mucho.

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  2. Hola, Max. Realmente, fue muy impactante. Fue como si las imágenes fueran reales, aunque sabía que estaba soñando. Nunca tuve en mi vida un sueño tan vívido. Y el efecto fue increíblemente benéfico. Abrazos.

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  3. Real, hermosa vivencia de un dolor que desapareció con un sueño milagroso,seguro habrá más milagros en tu vida, sé fuerte........

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    1. Hola, Anónimo. Gracias por tus bellas palabras. Ser comprendida, amada y protegida por mis seres queridos (los que día a día están conmigo) ya es un milagro en sí mismo. Gracias por leer y comentar. Cariños.

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  4. El sueño parece una experiencia mística. Te sentiste contenida, protegida, en el plano de lo inconsciente , de lo simbólico. Hugo lo hace en el plano conciente. Ambos, de alguna manera, apuntalaron tu crecimiento intelectual. La formación siempre da un destino. Cariños.

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  5. Hola!!! Yo lo viví como una experiencia mística y única. Espero que se vuelva a repetir: lo necesito en este momento. Huguito te envía un abrazo. Y yo también. Suerte!!!

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