"HISTORIA DE VIDA" 4-VIOLENCIA INTRAFAMILIAR EXTREMA

 Hola!!!

  Continúo.

 En cuanto a mi persona en particular, el marido de mi mamá era sumamente violento conmigo, porque mi temperamento es directo y frontal. Y, obviamente, a un psicópata no le gusta eso. Prefiere a las personas sumisas, como mi mamá. En una ocasión, me golpeó de tal manera que mi tabique nasal se desvió (aún continúa así, nunca me operé). Además de la violencia física, su carácter era muy hostil: humillación, descalificación, invalidación de todas mis opiniones, emociones y sentimientos. 

Me voy a referir a una situación en particular. En una oportunidad, yo estaba planchando ropa, ya que mi mamá trabajaba muchas horas y sus hijos la ayudábamos en casa. Este hombre entró, y, haciéndose el que "jugaba", apoyó la plancha sobre mi mano izquierda, ejerciendo fuerte presión, ocasionándome una importante quemadura. Sostuvo la plancha por varios segundos. Le conté a mi mamá lo que había pasado cuando regresó, pero se limitó a  "angustiarse". Según me contó después, él le dijo que "pensó que la plancha estaba fría" y que lo "perdonara". 

ESTO LO VOY A ESCRIBIR EN MAYÚSCULAS, PORQUE ASÍ LO CONSIDERO, DEBIDO A SU GRAVEDAD. CUANDO FUI A LA SALA DE PRIMEROS AUXILIOS BARRIAL A HACERME REVISAR LA MANO, SOLA, DESAMPARADA, ANGUSTIADA Y EN TOTAL ESTADO DE VULNERABILIDAD, LA JOVEN MÉDICA QUE ME ATENDIÓ ME PREGUNTÓ QUÉ ME HABÍA PASADO. LE RESPONDÍ "ME QUEMÉ CON LA PLANCHA". SE LIMITÓ A CURAR MI PROFUNDA HERIDA Y A INDICARME TRATAMIENTO. YO ERA MENOR DE EDAD: SOLO TENÍA DIECISÉIS AÑOS. ENTONCES, ADEMÁS DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR, ME FALLÓ EL SISTEMA DE SALUD. PORQUE ESTOY HABLANDO DE 1985. PERO, YA EN ESA ÉPOCA, EXISTÍAN PROTOCOLOS DE DENUNCIA PARA CASOS COMO EL QUE DESCRIBO. ¿VERDAD? ¿QUÉ PENSÓ ESA MÉDICA? ¡UNA MÉDICA! ¡UNA PROFESIONAL DE LA SALUD! LAMENTABLEMENTE, AÚN HOY, ESTE TIPO DE NEGLIGENCIA CONTINÚA SUCEDIENDO. Y MÁS QUE NEGLIGENCIA, ES DELITO.

A los dieciocho años nos mudamos a Capital Federal y mi mamá tuvo un bebé. Mi hermana se ocupaba de cuidarlo, ya que mi mamá continuaba trabajando muchas horas. Y, la vida continuaba dentro del tenor que les describo. La violencia física, psicológica, verbal y emocional era constante y continua. Llegué a dormir con un cuchillo debajo de la cama, como instinto de preservación. Omitiré el desarrollo de algunos hechos importantes, como cuando el marido de mi mamá nos echó de la casa sin ningún motivo a mi hermana y a mí, estando el resto de la familia de vacaciones a muchos kilómetros y dejándonos en situación de calle; prefiero desarrollar esto en otro momento porque quiero seguir focalizada en el tema de mi condición de salud.

Retomando el tema de mi enfermedad, se darán cuenta de que, al comenzar a sentirme mal, no podía confiar en nadie. La mamografía me dio normal. Y, comencé con síntomas que, a la distancia, son coincidentes con los de una mononucleosis infecciosa (bajada brusca de peso, ganglios linfáticos inflamados, dorlores de garganta intensos, resfríos recurrentes, herpes simplex, etc.). No tenía con quien hablar. No confiaba en mis compañeros de baile ni en los de la religión que practicaba (Budismo de Soka Gakkai, en aquella época Nichiren Shoshu de Argentina). Tampoco podía exteriorizarlo con nadie de mi familia, como podrán entender. Tenía muchísimo miedo de tener sida, que, en esa época era una enfermedad incurable y terminal. El año pasado el algoritmo de YouTube me indicó un video que hablaba de una investigación en Alemania, donde se comentaba que un altísimo porcentaje de pacientes que desarrollan Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) comienzan con una infección de mononucleosis causada por VEB o similares. Quedé impactada. 

Lo paradójico fue que, al mes del despido laboral, conseguí un nuevo trabajo, en el que trabajaba la mitad de las horas y me pagaban más del doble. Pero fue tarde. La enfermedad se había detonado.

Gracias por leerme. Continuaré pronto.

KARI:

ME PROTEGÉS SIEMPRE CON TUS ALITAS DE ÁNGEL BELLO Y TIERNO.

NOS LASTIMARON, HERMANITA.

SÉ QUE ESTÁS AHÍ, CERQUITA.